Algunas
veces hay personas que llegan a nuestras vidas, llegan tan rápido que apenas
nos damos cuenta de ello. Realmente no sabes quienes son o si vienen a
enseñarnos alguna lección. Es entonces cuando fijas tus ojos en ellos y sabes
que ellos marcaran tu vida de una manera profunda. Tan profunda que ni
imaginas.
En
ocasiones son personas que te hieren, traicionan o rompen tu corazón. A pesar
de que te hayan hecho daño les agradeces, pues gracias a ellos descubres la
importancia que tiene el confiar. No puedes confiar en cualquiera, siempre se
tiene que tener cuidado a quien abres tu corazón.
Sin
embargo están esas personas que, con el paso del tiempo, te aman. A ellos también
debes agradecerles, no porque te amen sino porque te enseñan a amar y a abrir
tu corazón y tus ojos a los pequeñas cosas que nos ofrece la vida.
Nunca
dejes de aprender de las experiencias que nos regala la vida, sin importar que
sean buenas o malas.
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